miércoles, 1 de febrero de 2017

Crítica: Lion (2016)



Nuestro rincón cinéfilo vuelve a abrirse, en esta ocasión para proyectar la opinión que nos merece la película ‘Lion’, dirigida por Garth Davis.






Antes de nada, os dejamos la sinopsis:


"Saroo Brierley es un niño que con tan sólo cinco años se perdió en las calles de Calcuta, a miles de kilómetros de casa. Tras un largo viaje acabó siendo adoptado por una pareja australiana. Veinticinco años después, con la única ayuda de Google Earth, Saroo intentará encontrar a su familia biológica."


El primer pensamiento cuando supe de la existencia de esta película fue: ¿no tiene un aire a ‘Slumdog Millionaire’ pero sin música bonita? ¿No es ‘Buscando a Dory’ en tono dramático? Teníamos al mismo actor que en la primera, una historia donde un tren está implicado, niños sobreviviendo en la inmensa India… A mí al menos me recordó a estas películas. He de admitir que al principio me costó entrar en ella, y creo que la culpa la tiene el tráiler, que te enseña más de la cuenta, como viene siendo habitual. Una vez vista, reconozco que me gustó más de lo que esperaba, a pesar de todo esto.

El hombre detrás de la cámara es Garth Davis, un extraño hasta ahora en Hollywood. En su haber tiene haber dirigido algunos capítulos de la serie australiana ‘Top of the Lake’, y en esta ocasión dirige la adaptación de la historia real escrita por el mismo protagonista, donde cuenta su experiencia. Para este año tiene previsto estrenar ‘María Magdalena’, con Rooney Mara y Joaquin Phoenix, cinta en la cual los medios tienen puestas sus miradas, veremos qué sale finalmente de ahí.

Nos encontramos con una familia pobre que trabaja en una cantera en un diminuto pueblo de la India, formada por una madre que tiene a su cargo tres hijos, a los que tiene que sacar adelante. Uno de esos hijos es nuestro protagonista, Saroo, un niño de 5 años que, tras acompañar a su hermano mayor a un trabajo para ayudar a su madre, se montará en un tren donde se queda dormido y le llevará muy lejos de su hogar. El pequeño tendrá que aprender a sobrevivir en las calles de Calcuta, una ciudad llena de peligros para un niño como él. Casi todo el tráiler se centra en la segunda mitad de la película, mostrándonos a un Saroo crecido, que fue adoptado por una pareja australiana, y que desea encontrar a esa familia de sangre que perdió siendo niño. 



Hasta que no apareció Nicole Kidman en pantalla, que interpreta a la madre adoptiva del protagonista, no conseguí meterme de lleno en una película que mejora, y mucho, cuando vemos al Saroo adulto, pero que no podía contarse sin enseñarte las peripecias que tuvo que sufrir cuando era un niño perdido. No es que el benjamín del reparto, Sunny Pawar, lo haga mal, ni mucho menos, pero me interesan más las motivaciones del personaje cuando ya ha crecido, cuando lo interpreta Dev Patel. Es un actor con el que no consigo conectar mucho en las películas que he visto de él, pero que en esta película me atrae porque hay que decir que en todo momento está totalmente creíble. Todo lo que experimenta el personaje desde que se da cuenta que tiene que encontrar a esa familia perdida me parece de un valor propio de una gran película, y cómo está transmitido al espectador, que lleva a plantearte qué sentirías o harías en una situación así. Me quedé con las ganas de ver más a la novia del chico, una Rooney Mara que tiene un papel nada desdeñable, importante por lo que aporta al protagonista, pero poco desarrollado. Nicole Kidman está tan bien como aseguran, y tiene un monólogo imperdible en el que demuestra su valía como actriz, pero en toda la película está espléndida, siendo el personaje mejor construido.

Acompaña en todo momento la música compuesta por Volker Bertelmann, Dustin O'Halloran, hecha para emocionar en momentos clave de la trama, y que está muy bien colocada para intentar arrancarte la lagrimita. Por otro lado, destaca una fotografía capaz de dar el toque cálido necesario a la cinta, de la cual se encarga Greig Fraser, que viene de hacer un trabajo bien distinto como el que ha hecho en ‘Rogue One: Una Historia de Star Wars’ o el que hizo hace unos años en ‘La noche más oscura’.




La película fue comprada por la productora de los hermanos Weinstein, y una cosa es segura cuando se trata de ellos, y es que vas a ir a ver una película muy sentimental. Ya pasó con la película de 2014 ‘The imitation game’, de la cual lo que más se criticó, siendo una magnífica película, quizás fue este tema. Esta vez es imposible no emocionarse con los temas que trata, la tenacidad del joven a la búsqueda de su identidad, el tema de la adopción muy bien reflejado, tanto del que es adoptado como el que adopta. Reflexiona muy bien sobre cuán importante es el sitio donde se desarrolla tu vida, tener una vida de facilidades o no tenerlas. Llegando por último a un desenlace que toca tu fibra sensible, ya que para ese momento estás muy metido en la historia. 

En cuanto a reconocimientos, la cinta de Davis ha conseguido unas cuantas nominaciones a diferentes premios incluyendo 6 al Oscar, como son: Mejor Película, Mejor Actriz Secundaria (Nicole Kidman), Mejor Actor Secundario (Dev Patel), Mejor Guión Adaptado (Luke Davies), Mejor Fotografía (Greig Fraser) y Mejor Banda Sonora (Volker Bertelmann, Dustin O’Halloran).

En resumen, decir que, sin ser una película maravillosa, es de esas que de vez en cuando también gusta ver, para escapar del cine más sesudo. Llena de emociones que, irremediablemente, te llegan a lo más hondo.

La claqueta cinegética la puntúa:      7 / 10

Me despido de vosotros esperando que estéis acudiendo a las salas en estas fechas cuando la cartelera nos trae cine muy recomendable, así que ¡a vivir momentos de cine! 
A continuación os dejo con el tráiler en su versión original:




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