viernes, 11 de septiembre de 2015

Crítica: Rebelde sin Causa (1955)

Bienvenidos de nuevo a nuestro blog. Hoy os traemos la crítica de una película mítica: Rebelde sin Causa.





Nos gusta el cine clásico, y hemos considerado que, gracias a que Canal TCM nos dió la oportunidad de visionar esta película en pantalla grande de nuevo y en V.O.S., debíamos hablar de ella.

Antes de empezar a comentarla quiero hacer hincapié en el hecho de las reposiciones de cine clásico, y la necesidad de las mismas. Consideramos que es una gran idea para los cinéfilos empedernidos y para los que queremos disfrutar de una actividad diferente. Sin mas dilación me pongo a comentar.

Rebelde sin causa es la película por antonomasia de James Dean. Cuando alguien habla de James Dean, al noventa por ciento de los mortales nos viene la imagen de un chico con una chaqueta roja y ese es Jim Stark el protagonista de la película

La película dirigida por Nicholas Ray, esta protagonizada, ademas de por Dean, por Natalie Wood  (Judy) y acompañados principalmente por un atormentado Sal Minero (Platón).




Jim no es mas que un joven que busca encontrar su sitio en la sociedad y el la vida. Posee una familia que, cuando existe un problema lo soluciona con un cambio de ciudad lo que hace que nuestro Jim le cueste cada vez más hacer amigos.
Una familia con roles desdibujados o en la que Jim no encuentra la figura paterna fuerte que se espera, entendamos que la película es de los años 50 y los roles familiares son muy conservadores, hacen que nuestro protagonista sea alguien deseoso de llamar la atención y deseoso de tener nuevas amistades.


El largometraje se inicia con un Jim en la comisaría de policía juvenil, en el que ha sido arrestado por  vagabundear solitario y ebrio por las calles de la que es su nueva ciudad de residencia.

Enseguida nos damos cuenta que Jim es una buena persona, pero su problema es que siempre ha sido una persona consentida y que la falta de comprensión familiar hacen de él alguien incomprendido, de hecho, compara a su familia con vivir en un manicomio. Estas escenas son las más recordadas de la leyenda de Dean puesto que observamos un joven atormentado y perdido a la perfección.


Después del incidente Jim inicia el instituto en el que intenta solamente tener un grupo de amigos. En el observa a Judy, una jovencita que también se encontraba en comisaría pero ella, en un inicio no es muy cortés con él, en cambio también observa a otra cara conocida de esa noche, Platón, un muchacho desesperado en tener una figura paterna, la cual sin querer, pasa a ser Jim.



Tras la busqueda de nuevos amigos en el observatorio, Jim se ve envuelto en una disputa, de la que intenta salir de manera madura y sincera pero que termina con una carrera de coches hacia un precipicio esa misma noche.

Lo que ocurre después es por todos conocido, sino el mito de James Dean no sería tan grande.
No os voy a contar más de la historia porque, o ya la habéis visto, o considero que vosotros mismos debéis observar y sentir como Dean se convierte en Leyenda.

Para despedirme os comento que la película inicialmente se rodaba en blanco y negro pero tras el interés suscitó Dean después de Al Este del Edén se decidió iniciarla de nuevo a color.

¡Sigamos disfrutando del séptimo arte!




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